Natalia Duque Vergara - UniAndes
22.04.2020
La propuesta de clases virtuales para los dos millones de niños y jóvenes que cursan sus estudios en el campo, donde la cobertura de internet 4G es de menos del 10%. La pandemia de coronavirus podría profundizar las problemáticas históricas del sistema educativo en zonas rurales.
Desde hace dos semanas los salones de la escuela Nueva Unión, en una vereda a 25 km del casco municipal de Tierralta, Córdoba, están vacíos. Ni el colegio ni la vereda cuentan con energía eléctrica, ni mucho menos con conexión a internet. Desde hace dos semanas los 605 estudiantes de la escuela permanecen en sus casas mientras transcurre la cuarentena, con el reto de continuar las clases, aún con los salones vacíos.
En Colombia 1’969.969 niños, niñas y jóvenes están matriculados en escuelas rurales, según el Plan Especial de Educación Rural realizado por el Ministerio de Educación en julio del 2018. Desde que comenzó la cuarentena a raíz de la pandemia por la Covid-19, estos casi dos millones de menores de edad fueron enviados a sus hogares que, en muchos casos, se encuentran ubicados en zonas rurales dispersas, o más lejos de los centros poblados de sus municipios. “Tengo estudiantes que viven al borde del cañón del Chicamocha. Hay lugares en los que no hay luz ni internet”, dice Ana Sierra, profesora de una escuela en el municipio de Málaga, Santander.
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