Andrés París Pedagogo 7 de agosto de 2019
Buscamos que sean obedientes, pero obtenemos niños inseguros, con miedo y con la autoestima baja
Los padres, o más bien los adultos en general, tenemos la mala manía de asustar a los niños pequeños, principalmente con el objetivo de que obedezcan más. Casi siempre pidiéndoles y hablando con ellos desde el chantaje soltamos frases como: 'Te vas a quedar solo y vendrá a recogerte la policía' o 'Vámonos ya, que van a apagar todas las luces' o como 'Te voy a llevar al cuarto de las ratas'. Y así, es posible que hayas escuchado tantas frases como imaginación tienen los padres. Y lo peor de todo es que desgraciadamente estos mensajes no ayudan al desarrollo educativo del niño.
De hecho, todo lo contrario. Las consecuencias de utilizar esta estrategia en la educación de los pequeños pueden ser perjudiciales. Y es que, en definitiva, lo que conseguimos son niños miedosos, inseguros, con baja autoestima y poca aceptación de sí mismo.
Índice
No hay comentarios:
Publicar un comentario